jueves, 11 de noviembre de 2010

Juego inocuo


Otro concurso que no he tenido la suerte de ganar.
Os dejo este micro relato y espero que os guste, se titúla Juego inocuo.




Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas, lo hago sin maldad, por simple entretenimiento lúdico, aquí, sin estas bromas, día y noche, vida y muerte, resultan tan aburridas.

No causo daño a nadie, ¿qué más les da ya? Siempre se descubre el error antes del sepelio, y si no…. ¿Qué puede pasarte?

Que pongan flores sobre tu pecho personas desconocidas y te recen familiares de ése vecino del pabellón de abajo.

Un juego inocuo.Hsta que un alma suspicaz, atormentada y enojada, cuyo espectro me acosa cuando cambio un nombre de algún maléolo frío y yerto, me persigue gritando con voz de ultratumba:

_ ¡Impides nuestro descanso eterno!

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