jueves, 16 de febrero de 2012

No me toquéis la vírgula


La fotografía es de Elena Laguno.





En esta ocasión dos micro relatos. 
El primero titulado: "A este sueño invito yo", a partir de ya en este país nos va a hacer flata soñar mucho y reinventarnos, o eso o resignarnos a nuestra mala suerte.
El segundo titulado "No me toquéis la vírgula" dedicado a mi amiga Elena Laguno y uno de sus trabajos en el colectivo Toc Arte, precisamente en torno al tema "Sueños", por cierto, todo el trabajo de la fotografía tiene un significado que yo no conseguí descifrar y su explicación en su día me dejó maravillado.



A este sueño invito yo

Se dibuja una sonrisa mellada cuando su acento gallego habla con pasión de su sirena.
            Pinta ilusión en su mirada y se le hincha el pecho al recordar aventuras por esos mares de antaño.
            Sus manos ajadas no tienen fuerza para cambiar su mugrienta esquina por una isla desierta. De noche fabrica su casa de cartón anclado en el banco de siempre, donde le ha arrastrado el otro banco, el del dinero, la injusta justicia y un ciego gobierno permisivo con los poderosos.
            Sueña sirenas tras tu mellada apariencia de pordiosero, sonríe soñándote pirata y tómate otro vino que a esta pesadilla te convido yo.



No me toquéis la vírgula

Se dibuja una sonrisa mellada, mueca difuminando verdades ristes de antaño. Sonrie desde el suelo con niñería, ese gesto de su boca hiede a vino agrio, roñoso. Agradece de corazón al extraño la moneda del sombrero.
             Al ocaso, escudriñando, contará el acerbo de chatarra mendigado y camino del albergue soñará hogares sin desengaños.
              Suenan sus carcajadas estentóreas pensando en su escaso patrimonio, telarañas propias, añejas y un ápice de dignidad sin apaños que alguno, si lo tuviera, presumiría desde su escaño.
              _ ¡No me toquéis la vírgula, coño! Es poco lo que me queda- sonríe diseñando una raya ondulada y delgada levitando sobre su eñe, la eñe de daño.

8 comentarios:

ANA MARÍA ARROYO dijo...

Pues no dejan indiferente, desde luego. Me encantan. Nos queda más camino que antes porque cada vez nos lo alargan todo más, incluso los sueños se quedan más allá. Se me estaba ocurriendo escribir un taco estupendo y rotundo (con ñ) pero no, valgo más que ellos. Y tú. Y tus letras.
Tomemos un café, al último invitaste tú y seguirás invitando. Sonríe.

La profecía del silencio dijo...

Sonreir, soñar y tomarnos un café es lo poco que todavía nos permiten. Mientras el café no suba de precio y tengamos trabajo lo tomaremos aunque te advierto que yo lo estoy dejando, me he pasado a la tila y a pesar de eso me dan unos sofocos de cuando en cuando. En fin, lo dicho, que brindaremos con café porque no nos toquen la vírgula.

ANA MARÍA ARROYO dijo...

Yo te invitaré, aunque sea descafeinado y hecho en casa. Los sofocos me temo que irán a más. Así que deberías tomártelo cerca del mar... un abrazote. Invitado quedas, escritor.

Javier Valls Borja dijo...

Pues yo no es por meter el dedo en la llaga, Ángel, pero lo que pretendes que no te toquen no es vírgula sino virgulilla. DRAE dixit, conste. :)

Duros y buenos relatos.

La profecía del silencio dijo...

Ana acepto la invitación aunque pasará tiempo hasta que podamos tomar ese café, tal vez en primavera que tendré que ir por ahí a presentar mi próxima novela. Aceptada invitación, poeta.

La profecía del silencio dijo...

Javier tú siempre tocando la vírgula. Bueno tienes razón en parte puesto que virgulilla es el signo ortográfico. Sin embargo también es raya o linea corta muy delgada, y esa es precisamente la definición de vírgula, además de que virgulilla es el diminutivo de vírgula. Pero la razón más contundente de que yo usara una y no la otra es porque Elena, en su trabajo, pone vírgula y si hubiera puesto virgulilla eso hubiera puesto yo. Caprichos de Elena y míos. Mira que si no he ganado el concurso por este detalle.

Elena Laguno dijo...

Bueno Ángel, acabo de leer tu microrrelato y lo primero es decirte que me ha gustado mucho y lo segundo que me ha encantado que hayas hecho un microrrelato inspirado en mi trabajo.
Me gusta lo de vírgula, porque esta palabra impone más que virgulilla y porque pocos son los que conocen el significado de estaba palabra.
En fin, ¡sin la eñe no somos nadie!
Un abrazo muy fuerte, de tu amiga, Elena Laguno

La profecía del silencio dijo...

Gracias Elena.
Como tú decías en la interpretación de tu trabajo, sin la Ñ no podemos soñar, tan solo podemos sonar.
Abrazo grande.