jueves, 20 de octubre de 2011

Síndrome de Estocolmo


Síndrome de Estocolmo




No pude evitar mirar de reojo la puerta del apartamento. Volver mi rostro, mirar el anverso de esa puerta, contemplarla por el lado desconocido.
Sentí vértigo, miedo, nostalgia…
Vértigo de mi recién estrenada libertad soñada, tan lejana y de repente… hallada. Vértigo por dejar atrás una larga experiencia, tan agobiante como enriquecedora
Miedo a la resurrección de mi pesadilla, aunque, tras el disparo no volvió a moverse, después el portazo, nada se oyó.
Nostalgia de un amor imposible desde el mismo instante en que nació hasta el momento, éste, en que murió.
No puedo evitar una lágrima de despedida, conozco el nombre de esta enfermiza necesidad mía: Síndrome de Estocolmo.






Secreto



No pude evitar mirar de reojo la puerta del apartamento, no pude evitar levantarme de un salto, abandonar el escritorio, recorrer la habitación con rápidos pasos y asegurarme de la posición de bloqueo de los cerrojos.
Sabía que estaban al otro lado, que no necesitaban abrir la puerta para traspasar el umbral, no obstante, encerrada me sentía más segura y podía regresar a mi trabajo.
Memorizaba el texto del documento conforme lo descifraba, no iba a ser tan imprudente de dejárselo escrito. Una vez archivado en mi cerebro encendí un pequeño fuego para destruirlo. Cuando finalmente logren entrar, no podrán matarme, el secreto estará solamente escrito en mi memoria.

2 comentarios:

ANA MARÍA ARROYO dijo...

Eres increíble. Hace apenas un año eras incapaz de "ajustarte" a menos de mil palabras. Ya sé cuál es tu truco porque me lo has contado, pero aún así, me sigue pareciendo todo un ejercicio de buen hacer. Y por cierto, no me olvido de la decoración de tu blog. Jajajajaa. Abrazote. Me encantan los micros.

La profecía del silencio dijo...

No sé porqué te cuento secretos todavía, jajajajaa no te preocupes por la decoración, pero es que me ha dicho mi sobrina que es un poco feo y me ha llegado al alma sobre todo después de ver el tuyo0 tan bonito.
Los micros no son de los mejores pero tienen su aquel, a mí el segundo me gusta.
Gracias por tu visita. Besos.