domingo, 10 de abril de 2011

A veces tengo miedo


A veces tengo miedo, sí, cada vez más, de presentar un libro. No es por la responsabilidad de qué pensarán los lectores de mi nueva obra o por si tendrá mayor o menor aceptación; no, es por los desastres que causa, por los daños colaterales.

El día de la presentación seis familiares, amigos, compañeros y conocidos se pusieron repentinamente enfermos. Cinco tuvieron compromisos ineludibles de índole laboral a última hora, entre ellos mi jefe, que tuvo una reunión nacional de comerciales. Yo pensaba que él marcaba el calendario de los comerciales pero debe ser que no. Cuatro tuvieron que quedarse con hijos, sobrinos o similar, (nunca se niega la entrada de niños a mis presentaciones, al contrario, mis hijos van a ellas). Tres no se atrevieron a venir en soledad, les daba vergüenza, traté de unir a estas personas y que vinieran juntas pero como no se conocían entre ellas desestimaron la idea; otros dos tuvieron que resolver inconvenientes de las comuniones de sus hijos (a estos los compadezco, yo también me-ando en esas lides, aunque lo dejé para otro día), otros dos estaban inmersos en compras y asuntos ineludibles de la casa y todo ello por no mencionar a los muchos que se les olvidó o que abrieron el correo tarde.

Lo he dicho muchas veces pero como las palabras se las lleva el viento lo voy a dejar escrito a ver si así se comprende mejor. No es necesario poner excusas (algunas eran verdad, lo sé, pero no todas). Asistir a una presentación de un libro es voluntario, nadie tiene obligación (esto sobre todo para aquellos que pronto me llamarán a sus propias presentaciones), pero sobre todo es obligatorio no comunicar la excusa de turno cuando ya está empezada la presentación.

Mi móvil no dejaba de vibrar en el bolsillo, el temblor que algunos percibisteis no era frío, la temperatura del salón era perfecta; tampoco eran nervios, llevo ya muchas presentaciones como para ponerme nervioso a estas alturas; eran excusas innecesarias y a destiempo.

Sé que la presentación de un libro despierta poco interés, voy a muchas y lo veo. Sé que las mías son menos interesantes que cualquier otra, excepto en esta, que gracias a las dos personas que estuvieron en la mesa conmigo y al coloquio que se mantuvo con el público asistente, (nunca por mi aportación evidentemente), fue muy interesante, amena e instructiva.

Sé que casi todos vosotros queridos ausentes de última hora, compraréis el libro, sé que muchos de vosotros incluso lo leeréis, pero asistir a la presentación es un complemento, una aportación que ayuda a la lectura, a la comprensión de muchas ideas y a saber el porqué de muchas de las frases escritas. El jueves 7 desvelé algún secreto de mi anterior libro “La profecía del silencio” que por culpa de una enfermedad repentina, un exceso de trabajo inoportuno o un sobrino recién llegado ya no conoceréis si no lo habéis adivinado en su lectura.

Me quedo con los detalles: el de mi presentadora y gran amiga Paloma Sanz que canceló un viaje de trabajo por estar presente; con Yolanda Iscar también presentadora, también amiga que dejó a los peques al cuidado de su esposo para poder estar; con mis amigos Reyes y Javier que teniendo la posibilidad de verme en otra presentación más cercana a su casa o en las cañas del domingo, vinieron en dos coches diferentes desde dos sitios diferentes, tras dos jornadas largas de trabajo y disfrutando de un maravilloso atasco. Agradecido a mi compañero José Luis, enfermo de verdad, que casi cojeando vino, despacio pero vino; a mis amigos Manolo y Laura que me dieron la sorpresa y la grata alegría en forma del regalo de su presencia; a mi amigo y compañero Boris que también sé que hizo un esfuerzo por estar allí; a mis compañeras y no obstante amigas María y Tere que llegaron las primeras; a Rosa la de “La taberna del Renco” que además vino con “Álvaro”; a Conchi, Juan, Juan Alberto y Patricia que nunca me abandonan; y especialmente a Luisa que teniendo los libros en su librería y sabiendo que yo iré a presentarlo allí, a su casa, se chupó hora y media del magnífico transporte público de Gallardón para estar allí con nosotros. Sé que no he citado a algunos pero no os olvido. Gracias a quienes no vinieron y no hicieron temblar mi chaqueta inútilmente, ésos seguro que tienen una buena coartada.

Y finalmente gracias a todos, presentes y ausentes, gracias porque con vuestra presencia o vuestra ausencia me ayudáis a ver con más claridad las circunstancias que me rodean y me ayudáis a tomar decisiones que por mí sólo quizá no fuera capaz de tomar. Sólo os ruego que si hay una próxima vez, recordéis que no es necesaria la excusa de última hora, seguiremos siendo igual de amigos, igual de compañeros, igual de familiares o exactamente igual de desconocidos, asistir a la presentación de mis libros es un acto voluntario.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Te entiendo.
Pero tú eres un hombre certero que sabes cuándo y cómo hay que hacer las cosas.
Me hubiera gustado poder estar ahí contigo, aunque tú sabes que no soy amiga de las presentaciones.
Un abrazo, Ángel

La profecía del silencio dijo...

Hola Sofía. Pues a mí las presentaciones me gustan porque es una forma de conocer al autor y no sólo la obra. He comprado libros por una buena presentación y he dejado de comprarlos por una mala, pero sobre todo, odio las excusas y más a destiempo. Y no entiendo que alguien se meta entre pecho y espalda hora y media de viaje por venir y otro que vive en la esquina no baje aunque sea en zapatillas. En fin, tonto que es uno que no acaba de comprender nunca...

ANA MARÍA ARROYO dijo...

Ángel... ya he tenido ocasión de decírtelo pero ya que tú has tenido lo que hay que tener para escribirlo aquí, yo te lo vuelvo a repetir; quédate con la parte positiva, disfruta del nacimiento de tu libro, considérate afortunado por la gente maravillosa que te pudo acompañar y sobre todo, sé listo... no te rindas. Hay cosas para las que nunca estamos preparados, para las mentiras. Me hubiese encantado estar, tú bien lo sabes. Espero recibirte en Valencia (no sé con cuánta compañía más) habrá niños, por supuesto, ¿por qué privarles de algo tan enriquecedor? Y desde luego espero acompañarte en Teruel. Un abrazo enorme.

La profecía del silencio dijo...

No me rindo Ana, tranquila, lucharé por este libro a muerte, se lo debo a algunos lectores, que me han pedido un libro de relatos, a mi nueva editorial por supuesto y a ottos lectores que además son amigos de los de verdad.
Gracias por tu comentario y tus ánimos.

Sofía Serra dijo...

Hola, ängel. claro que por eso son bonitas, y bien sé que tú lo sabes hacer de una forma que la presentación en sí resulte atractiva..pero eso..es tu forma de ser. tú hags lo que hagas pues quedará bien porque lleva tu sello, tu estilo.
Cuando yo digo que no soy amiga de las presentaciones me refiero a otro tipo de cosas, lo mismo por bajo que por arriba, la tuya está organizada por ti y seriamente, llevas mucho tiempo haciéndolo además y sabes cómo hacer las cosas, como ya te dije.

Con respecto lo de las excusas, entonces fuiste demasiado amable en tu texto..tal vez, exactamente por esto no me gustan las presentaciones de libros. porque para volver a vislumbrar la hipocresía y el acomodamiento de los que hacen gala UNA MAYORÍA, eso es, Ángel, se queda una en su casa...qué te voy a decir que no sepas tú.
Por eso admiro tu tenacidad y me enorgullezco por eso también de tenerte como amigo
A ver si bajas pa' Sevilla, jolín
Un beso

La profecía del silencio dijo...

Pues no descarto ir a Sevilla Sofía, además tengo que seguir con mi trabajo de documentación sobre "el Bueno de Guzmán" y quisiera visitar Santiponce antes de que llegue la caló.

Sofía Serra dijo...

Pues ¡avisa!..:)))..iremos santiponce si te parece, ¿ok?,..no sé, tal vez pueda servirte de algo localizando cosas que me digas para cuando vengas, o cosas así, ya me entiendes tú..bueno, tú lo sabes de sobras, ya hablamos por correo lo que sea...
Besazo..
¡qué bien!!...toco las palmitas¡...;)

La profecía del silencio dijo...

Si voy te llamo.

Gerardo Martín Pujante dijo...

Hola Ángel.

Entiendo perfectamente tu comentario, yo lo vivo en mi propia ciudad.

De excusas están las frases hechas. Muchas veces cuando veo la falta de compromiso de las personas y sus excusas pienso, ¿trabajarán 24 horas al día?, pero la realidad es otra.

Por eso coincido contigo.

Y pienso que una presentación es algo realmente interesante, es escuchar al autor hablar, explicar cosas sobre la trama o los personajes de su obra (un libro, una película, una exposición) y merece realmente la pena.

La profecía del silencio dijo...

Hola Gerardo. Pues mira yo entiendo que a la gente no le interese lo mismo que me interesa a mí. Por supuesto, pero no soporto las excusas. Y creo que con este escrito voy a conseguir que vengan a mis presentaciones menos personas pero las que vengan vendran de corazón y por verdadero interés, no por cumplir y sobre todo, ya no me va a sonar más el telefono en medio de un acto.
Un abrazo amigo.

REYESINOS dijo...

Aunque un poco tarde, también me gustaría dar mi opinión en relación a lo sucedido en las últimas semanas.
1. Lo primero felicitarte por tu premio. No he pillado muy bien, la razón por la que no podemos disfrutar del relato ganandor .... todavía.
2.- Lo segundo darte las gracias por habernos ofrecido la oportunidad de disfrutar el otro día en Madrid durante tu presentación. Lástima que no hubieramos podido alargar todavía más la sesión un par de horas, compartiendo con tu gente ese buen rato y buen ambiente.
3.- Lo tercero, decirte que "clavaste" a Rosa la de la Taberna del Renco. Me la imaginaba tal cual la conocí. "Igualica que en el libro". Desear todo lo mejor para ella en esa "horita corta" en la que aparecerá .... "Álvaro".
4.- Y finalmente, darte mi más sincera enhorabuena por tu reciente "nacido libro". Ha sido el "descanso del guerrero" en unas maniobras y he disfrutado con su lectura. Destaco dos por encima de todos: "Escríbeme el mar" y "La otra noche oí llover". Te has salido, mi querido contador de historias.

Esto no puede quedar así. recuerda que NO HAY QUINTO MALO.

Un fuerte abrazo baturro.

La profecía del silencio dijo...

Hola amigos de la manada de los Reyesinos. Gracias por vuestra presencia aquí en mi humilde blog.
Pues trato de contestar a todo.
El relato, que no fue ganador, solamente 4º, no se puede leer porque se está barajando la posibilidad de que se edite un libro con todos los ganadores y fimalistas, no impacientarse que en breve estará listo.
Segundo. En la presentación de Madrid estuvisteis los mejores, por eso fue tan amena e interesante, por vosotros nunca por mi aportación y en Valdemoro espero repetirlo, lástima que no estéis, aunque os informaré puntualmente.
Tercero. Rosa es un personaje que adoro porque la persona que lo inspiró es adorable, no es complicado dibujar a una buena persona, su amistad, sus gestos, su sonrisa.... ya le trasladaré tus deseos.
Cuarto. Me encanta lo del reposo del guerrero, y sobre todo me encanta que os gusten "Escríbeme el mar" y "La otra noche oí llover", junto con "Sueños", también son mis favoritos, del primero poco que decir, escribir sobre Miguel Hernández es un listón muy alto auqnue creo que salió bien, el segundo es muy querido por mí, lo escribí al conocer a Nicolasa, al hablar con ella. Cuando me contó su historia no pude evitar imaginarme un final feliz a sus días tristes. Nicolasa murió hace unos años y a Regino tengo pensado visitarlo este verano, lo digo por si os animáis, está enterrado en La Puebla de Valverde, muy cerca de Formiche, jaajjaajaja
Habrá quinto, no sé cómo, ni cuándo, ni en que formato pero lo habrá, por ahora tengo dos novelas completas terminadas que estoy presentando a concursos, dos a medias y una en la cabeza que no me deja dormir. Y hasta de aquí puedo leer, aunque si garantizo que habrá quinto y espero que no sea malo.
Un abrazo amigos, que todo vaya bien por tierras aragonesas y nos vemos al regreso.

Julia Zapata dijo...

Que razón tienes Ángel, siempre excusas tras excusas, como yo digo, si ya no me molesto en decírselo uno a uno, lo pongo en mi grupo de Facebook y punto, pero como dices tu, los que tienes en la esquina no se acercan y sin embargo mi amiga Chelo ese día dijo que no podría ir a la emisora porque tenía un compromiso, y viajó desde Alicante. A mi me da ya igual si no vienen mis allegados, seguro que los pocos o muchos que haya en la presentación serán los que estén porque quieran no porque se les haya obligado.

Felicidades por ese 4º puesto, un abrazo.

Espero que la presentación en Valencia haya sido todo un éxito.