lunes, 7 de junio de 2010

Una cena de infarto





La cena se enfriaba en la mesa, ¿cuánto tiempo llevaba esperándolo?

Tenían un pacto para compartir el ordenador, ella preparaba la cena y ponía la mesa mientras él lo usaba, después, él recogía la cocina y ella usaba el ordenador. A veces él llegaba con la cena empezada, ella se iba cuando el aún continuaba cenando.

Hoy él se demoraba, tardaba en venir, ella había terminado, la cena fría en la cocina.

Enfadada se dirigió al salón, pantalla en modo ahorro, él recostado en la silla en incómoda postura, supo enseguida, que jamás cenarían juntos, que el ordenador era suyo, que hoy ella recogería la cocina.

8 comentarios:

CumbresBlogrrascosas dijo...

Pues es una verdadera putada, pero no creo que tuviera tiempo de recoger la cocina, teniendo que avisar al SAMUR, a la policía, a la funeraria, a la familia... Al menos, eso, el ordenador era suyo ahora...

Anda que no eres tú nadie solventando finales...

La profecía del silencio dijo...

Siempre hay que mirar el lado bueno de las situaciones. Y no dirás que mis finales no te gustan, si son casi tan buenos como los tuyos.

CumbresBlogrrascosas dijo...

No, si yo lo digo porque a las primeras de cambio, te cargas al hombre y sanseacabó, el pobre...

Y sabes perfectamente que me gusta tu literatura: el planteamiento, el nudo y el desenlace, jajajaaaaa...

La profecía del silencio dijo...

Me lo cargo rápido poruqe sólo eran cien palabras, no me dio tiempo ni de decir lo majo que era.

ANA MARÍA ARROYO dijo...

Pero si es que sois un buen par de gemelos...
Pues a mí me gusta así rapidito el tema, aunque eso ya lo sabéis (mi predilección por las cien palabras) Tiene mucho que ver con la forma en que nos conocimos, ¿os acordáis? jeeeee...
Ahora en serio, me gusta, ya te lo dije y te lo repito, del principio al final.
Los tuyos también, Javier. No te me pongas celoso.
Un besazo, pedazo de escritores.

La profecía del silencio dijo...

Gracias Ana por pasearte por estos lares.
Yo lo de las cien palabras lo llevo mal, pero creo que voy mejorando, jamás pensé ser capaz de tanta brevedad yo que soy de novelas de 400 páginas, en fin todo se andará.

Elena dijo...

Pero bueno, o sea que nos hemos trasladado y no me decís nada!!! si es que...
Pues a mí me gusta, y diré algo más, es una manera muy sutil, de dejar que la imaginación corra, mejor dicho, vuele!!
Elen.

La profecía del silencio dijo...

Gracias Elena por tu comentario. ¿Pues sabes que llevas razón? Aquí todos hemos dado por hecho que él se ha muerto de un infarto, pero...
Y si el infarto le da a ella al descubrir en incómoda postura a su marido haciendo algo indecente que le obliga a tomar la determinación de separarse, o de matarlo, o de ....
Como dice Javier, rellénese la línea de puntos con lo que proceda.