Luces
de navidad
Antes
de que vuelva papá debo tener escrita la carta de los reyes, este año he sido
bueno y solo les pido el regreso de tu felicidad.
Mamá, ya has preparado la cena, será mejor que vayas a la
peluquería, que te maquilles como antes hacías resaltando tu sonrisa,
embelleciendo tu belleza natural y, te pongas ese vestido rojo que tanto le
gustaba, aunque sea de verano y pases un poquito de frío.
Luego, los tres juntos, como antaño, pasearemos bajo las
alegres luces festivas de la ciudad, todo cambiará, verás como pronto olvida a
esa nueva familia que se nos ha interpuesto esta navidad.
Noche
de paz
Antes
de que vuelva papá ya habré cenado y estaré profundamente dormido. No quiero
oír la llave girando en la cerradura, ni tampoco pasos inseguros en el pasillo,
no quiero oír palabras escupidas alzando su volumen, convirtiéndose en gritos.
No quiero percibir ruido de golpes, ni tampoco los llantos estentóreos de mamá
hasta que el dolor y el sueño la vencen y se duerme entre dudas.
A veces creo que sucede por mi culpa, si yo no existiera
ella se iría.
Amanece, veinticinco de noviembre, día internacional contra
la violencia de género, ¿será este el motivo de que esta noche haya dormido
plácidamente sin interrupciones?
2 comentarios:
¿Quién es capaz de dormir plácidamente?. El sueño de los silencios tal vez. Sobran miradas de odio, voces llenas de rencor y tantos amores que matan... que ójala la gente se amara menos ciegamente y se respetara más.
Será una cuestión de ceguera o de orgullo. Pero la oscuridad se cierne con quien tiene la mala suerte de cruzarse en su vida con estos hombres sin alma.
En estos dos relastos me muestro bastante indignado y muy influenciado por la fecha en que fueron escritos, es patético pero los niños siempre pagan los errores de sus mayores, espero que eso cambie pronto y de forma radical. Gracias Gerardo. Feliz Navidad.
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