jueves, 16 de diciembre de 2010
Campanas de Belen. Y Tapa aderezada con silicona
Como viene siendo habitual no he ganado el concurso correspondiente lo cual me permite poner en el blog los dos relatos presentados. El primero está
hecho con un poco de guasa y aprovechando la Navidad lo he titulado Campanas de Belén, el segundo tergiversando el significado de la palabra tapa y añadiendo un aditivo especialmente adictivo, se titula: Tapa aderezada con silicona. La primera frase, la de la tapa, es obligatoria, no crean que tengo ningún trauma adquirido con dichos artilugios. Espero que gusten.
Campanas de Belén.
_ Recuerda a papá que baje la tapa y cómete el pollo, coño, y dile a tu padre que no arrastre el buen nombre de esta familia por Telecinco.
_ Papá, que…
_ Ya lo he oído, hija. Dile a tu madre que ya se arrastra ella bastante sin ayuda.
_ Mamá, dice papá que…
_ Ya, hija ya, dile que él está acostumbrado a los cuernos y yo, hay festejos que no perdono y que por mi hija “ma-to”.
_ ¿Por qué no te callas?, llevamos días sin hablarnos y me hablas más que nunca me hablaste.
_ ¿Callarme yo? ¡Presiento que ya no me quieres!
El segundo y último.
Título:
Tapa aderezada con silicona
Recuerda a papá que baje la tapa, pídeselo de rodillas si es necesario, suplícale a ver si te hace caso, a mí ya no me escucha. Con su estólida y persistente actitud está arruinando la estabilidad de la familia y yo, ya estoy cansada de luchar contra viento y marea. Si no cambia la situación de forma radical me marcho, se acabó, no pienso seguir haciendo la respiración artificial a un moribundo voluntario ni a un matrimonio que se hunde sin remisión.
No soporto nuestro local desierto y el de enfrente lleno, allí todo es más barato, por no hablar de la camarera rubia aderezada con silicona.
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